Palos del Flamenco

Este es el árbol madre que hace referencia a los Cantes del Flamenco.



A continuación todos los Palos del Flamenco:

Se conoce como palo a "cada una de las variedades tradicionales del cante flamenco". Los palos pueden clasificarse siguiendo varios criterios: Según sea su compás, su jondura, su carácter serio o festero, su origen geográfico etc.

Alboreá

Las alroreas o alborea es un palo o cante flamenco. Su nombre proviene de las coplas denominadas alboradas cuya denominación hace referencia al albor que es la primera luz del amanecer. Tiene origen castellano.

Es un tipo de cante que en raras ocasiones se interpreta en recitales flamencos, pues esta lleno de supersticiones. Generalmente se emplea durante las bodas gitanas y el tema de la copla esta relacionado con la virginidad de la novia. . Para la mayoría de los cantaores gitanos es un cante que debe reservarse para el ambiente de la boda y no debería cantarse fuera de contexto.

La letra suele contener 4 versos de 7 silabas y un estribillo, aunque la métrica es variable. Su interpretación tradicional se hace al ritmo de una seguidilla, aunque más modernamente se hace también siguiendo la rítmica de las bulerías.

En un prado verde tendí mi pañuelo salieron tres rosas como tres luceros.
Levanta y no duermas más
que por la mañana tendrás lugar.
¿Donde está el padre de la novia?
Que ya su hija salió con victoria.

Alegrías 

Las alegrías son un cante festero flamenco que forma parte del grupo de las cantiñas, que son los cantes de Cádiz por excelencia. Su copla o estrofa suele ser de cuatro versos octosílabos o ser la estrofa que recibe este mismo nombre: alegría. Su melodía es de carácter festivo e incita al baile. Su ritmo está condicionado por la métrica del compás de la soleá, pero se diferencia de la soleá en que su tempo es mucho más rápido.

Parece que la alegría deriva de la jota navarro-aragonesa, que enraizó en Cádiz durante la ocupación francesa y la celebración de las Cortes de Cádiz. Por eso sus letras clásicas contienen tantas referencias a la Virgen del Pilar, el río Ebro o Navarra.

 La niña de los peines

Un ejemplo es "Yo le di un duro al barquero", que cantaba La Niña de los Peines y que ha grabado recientemente Estrella Morente en su disco Mi cante y un poema con el título "Coquinas":


Yo le di un duro al barquero
por pasar el Ebro a verte,
los amores de Navarra
son caros pero son buenos.

Bambera

Las bamberas o bambas surgen de aflamencar el "cante de columpio" del folclore tradicional andaluz. Estos cantes eran conocidos como bambas o mecederos, que eran cantados al ritmo del bamboleo del columpio.

José de Bisso en su Crónica de la provincia de Sevilla (1868) lo cuenta así: "Las Vampas o Bambas son un doble columpio que se suspende de un grueso árbol, por lo ordinario nogal, y se atraviesa con una tabla bastante resistente; colocase en ella la pareja que se mece mientras hace el corro y cantan e impulsan la vampa. Regularmente cada copla de uno de los del corro es contestada por otra de los del columpio; pero lo original es que para estas ocasiones guardan los amantes todas sus quejas, sus celos, desdenes, y, con una imaginación viva y perspicaz, improvisan expresivas canciones, de un momento en que median reconvención y ternezas, galanterías o resentimientos, desaires o desahogos de contenida pasión".

El origen de la bambera se debe a la Niña de los Peines en compás de fandangos, reelaborada en 1970 por Fosforito, acompañado de Paco de Lucía, que le impuso el ritmo definitorio al compás de doce tiempos de la soleá (algo acelerada). Morente, en su disco Lorca, hace este cante por tangos.

La bamba está bien sujeta
con una soga en ca lao
meciéndote se te aprietan
mis manos a tu costao



Bandolá

La bandolá es un tipo de cante flamenco, considerado dentro del palo de los cantes derivados de los Verdiales. Las bandolás aparecen cuando los verdiales pierden su caracter de bailables y el acompañamiento de una panda de música, cantándose en solitario por el cantaor con un ritmo más lento, acompañado sólo de una guitarra. Algunos autores consideran que la Bandolá es el tronco común de los cantes de Málaga, y de ella derivan las rondeñas, el jabegote, la jabera y la misma malagueña, además de los fandangos abandolaos y cantes personales, como los de Juan Breva y las granaínas de Frasquito Yerbagüena.


Que la mar está bravía
y no se puede botar.
La redes v’iá remendar
mientras espero en la orilla
a que pase el temporal.

Bulerías


Bulerías son un palo bullicioso, fiestero y alegre del flamenco. Se distinguen por su ritmo rápido y redoblado compás que se presta mas que otros cantes al jaleo y las palmas. Suelen ser el baile con el que se remata toda juerga flamenca (donde formando un semicírculo y de uno en uno, los intérpretes van saliendo a bailar una parte de la pieza musical.)

Las bulerías derivan de la Soleá ya que el "Loco Mateo", su primer intérprete, remataba de esta manera sus solerares (o soleás). Se caracterizan por su cante bullicioso, generalmente para bailar, cuyo origen data de finales del siglo XIX. Se distinguen por su ritmo rápido y redoblado compás, que admite mejor que ningún otro estilo, gritos de alegría y expresivas voces de jaleo. Su tonalidad puede ser Mayor o menor. Sin embargo las más flamencas (con más pellizco) se encuentran en modo dórico.



Cabales

Los cabales es uno de los palos flamencos considerados como matrices, es decir, originarios.

En realidad, los Cabales no son más que una seguiriya cambiá, atribuida a la célebre cantaora María Borrico, aunque la denominación procede de una anécdota del cantaor El Fillo con el torero Paquiro, situada a mediados del siglo XIX


Campanilleros

Los campanilleros son grupos de músicos tradicionales que en la región española de Andalucía entonan canciones de carácter religioso con acompañamiento de guitarras, campanillas y otros instrumentos. Los coros de campanilleros cantan al alba los rosarios de la aurora.

Asimismo existe un cante flamenco así llamado por estar basado en una canción tradicional de campanilleros andaluces. Se trata de una copla de seis versos creada por el Niño Ricardo. La muestra más antigua de los campanilleros se encuentra en la obra de Manuel Torre, aunque su popularidad se debe a La Niña de La Puebla. Otros autores conocidos son Juan Varea, y El Agujeta. Hoy en día pocos se lanzan a cantarlos, entre ellos José Mercé, José Menese, Rocío Jurado y Rosa López. También surgen versiones en estilos menos usuales como el caso de Supersubmarina una banda andaluza de rock indie.

La marcha procesional Pasan los campanilleros, compuesta por Manuel López Farfán y que forma parte del repertorio de la Semana Santa en Andalucía, se refiere a estos músicos andaluces e incluye en sus compases una melodía de su repertorio tradicional.

En los pueblos… 
En los pueblos de mi Andalucía, 
los campanilleros por la madrugá, 
me despiertan con sus campanillas, 
y con las guitarras me hacen llorar, 
y empiezo a cantar, 
y al sentirme to’ los pajarillos, 
cantan en las ramas y se echan a volar. 

Toas las flores… 
Toas las flores del campo andaluz, 
al rayar el día llenas de rocío, 
lloran penas que yo estoy pasando, 
desde el primer día que te he conocido, 
porque en tu querer, 
tengo puestos los cinco sentíos, 
y me vuelvo loca sin poderte ver. 

Pajarillos… 
Pajarillos que estáis en el campo, 
gozando el amor y la libertad, 
recordarle al hombre que quiero, 
que venga a mi reja por la madrugá, 
que mi corazón, 
se lo entrego al momento que llegue, 
cantando las penas que he pasao yo.


Cantiña

La cantiñas son un grupo de palos flamencos característicos de la ciudad de Cádiz, los Puertos y Jerez de la Frontera. Por ello es sinónimo del término "cantes de Cádiz". Dichos palos son las alegrías, el mirabrás, las romeras, los caracoles, las rosas y las cantiñas en sí. La métrica de todos ellos es el compás de la soleá, pero por su carácter festero, el tempo es más rápido. Sus melodías no son modales sino tonales, suponiéndose que conservan frases y motivos de tonadas populares en el área gaditana durante los años de la Guerra de la Independencia Española, entre ellas la "jota de Cádiz".



Caña

La caña es un palo flamenco, que históricamente se ha considerado como el más importante de todos ellos.

Estébanez Calderón, en sus Escenas Andaluzas llamó a la caña "tronco primitivo de los cantes andaluces", y el profesor García Matos aseguraba que provenía de una antiquísima canción andaluza. Sin embargo, otros autores discuten esta etimología musical, al menos parcialmente, relacionándola con la soleá, o con la Toná, propuesta ésta de difícil demostración.

La caña ha sufrido un gran número de modificaciones a lo largo de la historia, siendo Curro Dulce, Silverio y Antonio Chacón los cantaores que mejor lograron captar su esencia. Sería éste quien la dulcificó y le dotó de su rítmica ideal, aunque actualmente es un cante que no cuenta con la preferencia de intérpretes ni público, dado su carácter monótono y su escasa carga emocional, prefiriéndose la soleá y la seguiriya.

Caracoles

Los caracoles es uno de los palos del flamenco.

Proceden de las cantiñas bailables, concretamente de una cantiña denominada "La caracolera", y su desarrollo está vinculado al Madrid de finales del siglo XIX. Distintos cantaores fueron añadiéndole tercios o fundiendo con ella otras cantiñas, pero se considera que José de Sanlúcar fue el primero en dar grandeza a este cante, antes de que Antonio Chacón se convirtiera en su mayor mantenedor y propagador. Después, cantaores como el Niño de Almadén (Jacinto Antolín Gallego, originario de Almadén, Ciudad Real) mantuvieron este palo.

Hoy en día, se trata de un cante muy poco utilizado.

Carcelera

Carcelera es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español, generalmente de un cante con copla de cuatro versos octosilabos. Al igual que el martinete, se considera una forma de la toná que dedicó sus letras a temas como la cárcel y los condenados a ella. Por ser una toná se canta sin guitarra.

Cartagenera

La cartagenera es un palo del cante flamenco propio de la Sierra minera de Cartagena-La Unión.
Los cantes minero-levantinos son un estilo flamenco que se desarrollaron en el siglo XIX en la Sierra minera de Cartagena-La Unión como resultado de las grandes migraciones de andaluces, especialmente almerienses a ,esta región.

De la malagueña, la granaína y el taranto de Almería, palos herederos del fandango, traídos por los obreros andaluces y su contacto con los fandangos locales, surgieron los denominados cantes minero-levantinos:
La cartagenera consta de cuatro o cinco versos octosílabos. Procede del "aflamencamiento" de los fandangos locales del siglo XVIII. No trata temas mineros.

Desde el año 1961 se celebra en La Unión todos los meses de agosto el Festival Internacional del Cante de las Minas. En este festival se rememoran aquellos cantes, que sufridamente alzaban los antepasados mineros durante su largo día de trabajo dentro de la mina y se ha convertido en uno de los festivales más importantes del mundo del flamenco en España.

Sus principales intérpretes son Pencho Cros, Antonio Piñana, Encarnación Fernández, Fosforito y José Sorroche.

Fosforito

Colombiana

Colombiana o colombianas, es un tipo de cante flamenco (palo flamenco) que fue creado por el cantaor Pepe Marchena en 1931. Se considera una de los estilos más recientes dentro de este arte musical.

En 1932, el mismo Pepe Marchena grabó una versión de Colombiana acompañado por el guitarrista Ramón Montoya. El texto contiene 6 versos de ocho sílabas y el ritmo esta influenciado por la música cubana, al igual que ocurre con otros palos flamencos de influencia hispanoamericana, como la guajira, la milonga y la rumba.

Pepe Marchena

A partir de su creación, este estilo se divulgó rápidamente y fue bien acogido por el público, aunque los puristas lo consideran alejado de los cantes auténticos.

Ha sido interpretada por diversos artistas, destacando la versión bailada por Carmen Amaya, la instrumental interpretada por Paco de Lucía o las cantadas por Pepe el Molinero, Rocío Jurado o Ana Reverte que le añade una serie de matices personales. También es célebre la colombiana Serranía del Brasil, que interpretaba La Niña de la Puebla formando un duo con su marido Luquitas de Marchena.

Carmen Amaya

Copla andaluza

La copla andaluza es un tipo de canción ligera que floreció en España a partir de los años 40. Quintero, León y Quiroga son los tres creadores más importantes de este género, entre otros. Se mantuvo como el género popular español hasta que en la década de los 60 se vio desplazada por la música anglosajona como el pop. El apoyo del régimen franquista a la copla como símbolo de la identidad nacional potenció la decadencia de la copla. Pese al rechazo por identificarlo con la dictadura, artistas como Joan Manuel Serrat reivindicaron el género ayudando a su revitalización.

Los libretos de este género ahondan en las pasiones humanas, generalmente con carácter narrativo. Las letras de la copla clásica depliegan historias de sentimientos desbordados, en los que los personajes se ven superados por unas pasiones que no pueden ni quieren controlar. La estructura de las estrofas tiende el ritmo A-B-C-B.

Vocalmente, requiere de intérpretes con gran control de la proyección del aire para lograr una voz potente con dominio del vibrato, siendo estas dos sus principales facetas. Generalmente se hace uso del acento andaluz, aunque no siempre es así, habiendo salido grandes intérpretes de toda la geografía española. La textura tiende a ser aflamencada, si bien importantes intérpretes, como Concha Piquer, se han formado en la tradición lírica otorgando a la Copla un carácter académico.

Concha Piquer

El acompañamiento musical de la copla clásica es orquestal, en la tradición de la música culta española como la zarzuela. Actualmente, la nueva copla se caracterriza por la fusión, generalmente con sonidos provinientes de la tradición anglosajona, como el jazz.

Una de las primeras cantantes de copla fue Raquel Meller. En esa época cantaba cuplé, que después derivó en canción andaluza y canción española, que conformaron la copla de hoy en día. Imperio Argentina, Manolo Corrales, Estrellita Castro, Concha Piquer, Miguel de Molina, Carlos Cano, Lola Flores, Marifé de Triana, Rocío Jurado, Juanita Reina, Manolo Escobar, Juanito Valderrama, Sara Montiel o Antonio Molina son tan sólo algunos de los mejores intérpretes de copla de la historia española.

Raquel Meller

Juanito Valderrama

En las últimas décadas han cantado copla andaluza nombres como Bambino, María Jiménez, Isabel Pantoja, Rosa María Lujan, Martirio y el cantaor Miguel Poveda. En la época de la transición, hasta finales de siglo, Carlos Cano fue la figura fundamental en el resurgir de la copla andaluza. En los últimos años han aparecido artistas de renombre como Pasión Vega, Clara Montes, Pastora Soler, Aurora Guirado, Diana Navarro, Concha Buika, La Shica, Montse Delgado entre otros, quienes van revisando con versiones las creaciones clásicas de las grandes compositores de la copla y a la vez actualizando este género con sus jóvenes voces a los nuevos tiempos del siglo XXI.

Bambino

Corríos

Los Corríos son uno de los palos flamencos más antiguos, su origen está en los romances castellanos de origen medieval, y adoptan su nombre cuando son asimilados por los gitanos bajo-andaluces, en el siglo XVIII. Mas tarde, cuando comienzan a desarrollarse creaciones personales de distintos cantaores, los corríos darán lugar a la toná flamenca, transformando su contenido y sonido, y convirtiéndose en la matriz de todos los cantes de origen gitano-jerezano, especialmente de la saeta y del martinete.

Debla

La debla es un palo flamenco, derivado de la Toná.

La palabra debla, en lengua caló, significa diosa. Como cante, está emparentada con el martinete y la carcelera, originarias del mismo tronco: romance-corríos-toná. Realmente, la debla es muy parecida al martinete, aunque tiene una estructura un poco más amplia, más recargada de melismas, más desolada y doliente. Sin embargo, tanto en su estructura poética como en su concepto musical, ambos palos son prácticamente iguales.

La debla fue un cante relativamente popular hacia mediados del siglo XIX, impulsada especialmente por cantaores como El Fillo, Varea el Viejo o El Planeta.

 El Fillo
  
Fandango

El fandango es un aire popular bailable, declarado Bien de Interés Cultural en 2010.

Ejecutado por una pareja de movimiento vivo, tiene compás ternario y versos octosílabos y el frecuente empleo de castañuelas marca un estrecho parentesco con la jota. La secuencia descendente armónica más tópica (La menor, Sol mayor, Fa mayor, Mi mayor) es un motivo ostinato conocido desde finales del Barroco.
Según el Diccionario de Autoridades de 1735, para entonces el fandango en España era un "baile introducido por los que han estado en los reinos de Indias", es decir, se entiende que su origen es hispanoamericano y no español peninsular. Dada la popularidad del fandango como danza de exhibición a finales del siglo XVIII y principios del XIX, no es de extrañar su presencia y arraigo en la tradición de Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia, Valencia, País Vasco o Portugal. En su forma galante, el género llegó a tener cierta proyección en la tradición culta europea a través de la obra de Luigi Boccherini, el padre Antonio Soler y Domenico Scarlatti.

Desde principios del siglo XIX, el flamenco adoptó rasgos de los fandangos andaluces, dando así lugar a los llamados "fandangos aflamencaos" que son considerados hoy en día como uno de los palos flamencos fundamentales. La forma del fandango posiblemente es la que más variaciones posee como ninguna otra expresión del flamenco. La variante procedente de los bailes de candil, toma especial mención en el Andévalo, Huelva, donde se presenta de manera especialmente prolija; en Málaga con sus característicos Verdiales, posiblemente el modo originario de esta clase de manifestación artística; en las provincias de Murcia, Albacete y Alicante más conocido como malagueña, y la zona de influencia granadina, caso de Almería, conocido aquí popularmente como fandanguillo. En La Alpujarra, el fandango constituye el baile típico del Trovo.

En la localidad conquense de Mota del Cuervo se baila un fandango parecido a la seguidilla pero más sencillo; el baile añade el cruce lento y la batida final de piernas con parada y cruce. Se le conoce como fandanguillo manchego.

De modo general, en el folclore portugués, el baile alterna momentos a dúo con exhibiciones alternadas de cada uno de los dos danzantes, mientras que el otro se limita a marcar el ritmo sobriamente.

Cabe también mencionar que el término "fandango" es referido a festejos de baile folklóricos surgidos después del periodo de la conquista española, que se popularizaron por ejemplo en varios puntos de la Nueva España, hoy México, los cuales tienen sus raíces principalmente en música española, algunas influencias indígenas y acaso africanas, como el mismo término fandango que se ha discutido que puede tener su origen en una lengua bantú, como el kimbundu.

Dado el carácter de la danza, la expresión "Fandango" ha sido utilizada como sinónimo de ajetreo, tumulto o incluso como exhibición de maestría.

Fandanguillo

Cantas al pié de mi reja,
pajarito, tú, que al alba, 
cantas al pié de mi reja, 
no vengas a despertarme, 
que estoy soñando con ella, 
que estoy soñando con ella. 

Siempre lo llevo al cuello 
el retrato de mi madre, 
siempre lo llevo al cuello 
cuando me voy a acostar, 
lo saco y le doy un beso 
y me harto de llorar. 

Molinero es el que canta, 
música va por la calle, 
molinero es que canta 
con el polvo de la harina, 
lleva ronca la garganta, 
lleva ronca la garganta.

Farruca

La farruca es uno de los palos flamencos más recientes.

Su origen se encuentra en el folclore del Norte de España, traído a Andalucía a mediados del siglo XIX, por los mozos que venían a trabajar como temporeros, o a establecerse como taberneros o freidores de pescado, siendo después adaptada por los músicos andaluces, aflamencándose. La versión flamenca de este cante se popularizó enormemente en la primera mitad del siglo XX, intérpretandose con aire de soleá.
Galeras

Galeras es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español.

Fue creado por Juan Peña "el Lebrijano" y tiene su base en la bulería. No es un cante muy extendido entre otros cantaores.

" El lebrijano"

Garrotín

El garrotín es una forma del cante flamenco, procedente del folclore asturiano.

Es muy probable que provenga de los gitanos catalanes, puesto que proviene del compás del tango. La canción está acompañada de un baile y su período de auge fue a principios del siglo XX.

Sus estrofas están formadas por cuatro versos octosílabos, en el cual riman el segundo y el cuarto y repiten un estribillo entre ellos.

Granaína

La Granaína es un palo flamenco derivado de los fandangos y suele incluirse entre los estilos malagueños.

El origen de este palo se sitúa en los Verdiales, un cante de origen folclórico, basado en el fandango, originario de los Montes de Málaga y de Ronda. Su desarrollo tiene lugar en las zambras de Granada y fue popularizado, inicialmente a finales del siglo XIX, por cantaores locales como Frasquito Yerbagüena o Paquillo el Gas, difundiéndolos más tarde otros cantaores bajo-andaluces, principalmente Antonio Chacón, Canalejas de Puerto Real y El Pena.

Frasquito Yerbagüena

Existen dos variantes de este palo, la Granaína propiamente dicha, y la Media Granaína. Ambas disponen la línea melódica de forma clara y con cambios de tonalidad, con fraseo difícil y profundo. La diferencia entre ellas estriba en que la primera agranda y alarga considerablemente el tercio terminal, realizando una modulación final, característica de este cante.


Guajira

La guajira (término que significa «campesina») es un género musical originario de la región oriental de Cuba, de tema campesino. Si bien tiene sus orígenes en Andalucía, la tradición atribuye la paternidad de este género al compositor Jorge Ankerman (La Habana 1877-1941), gracias a su composición "El arroyo que murmura".

Jorge Ankerman

En España la guajira comenzó a llegar a ser popular alrededor del final del siglo XVIII. En especial la cultura musical canaria, sobre todo en el uso de la guitarra y el triple, ha tenido gran influencia en la música guajira.

En Cuba los campesinos reciben el nombre de guajiros, por eso se denomina “música guajira” o “música de los guajiros”, de modo general, a la música surgida e interpretada en las zonas rurales de la isla de Cuba. Así, como género musical, la guajira es parte de la música campesina y guarda semejanza con la criolla y el punto cubano, pero tiene algunas diferencias.

En Colombia, La Guajira es un Departamento o Región geográfica más no un estilo musical como ocurre en Cuba y España. Aunque puedan ser conocidos como Guajiros sus habitantes, este gentilicio no hace referencia a que sean campesinos debido a las naturaleza desértica de esta península colombiana ubicado en el extremo norte del continente.

Las líricas, versificadas, están casi siempre en la forma de una décima. El Punto se basa en las líricas más que la melodía. Es uno de los ritmos más cadenciosos es por ello que es un estilo pegadizo y que invita a bailar, las letras son variables, en donde se puede expresar cualquier estado de ánimo, es de resaltar el sentimiento con el que se interpreta la guajira. Cuando se refiere a temas campesinos lo hace de una manera idealizadora y bucólica, se evocan por lo general la vida rural y las historias de amor.

En la guajira alternan los ritmos de tres por cuatro y seis por ocho. Su primera parte se escribe en modo menor, y la segunda en mayor. Concluye siempre sobre la dominante del tono en que está compuesta. Hay una modalidad también llamada guajira, pero que consiste, en fundirse con el son, en la guajira-son....

Jabegote

El jabegote, llamado también cante de los marengos, es uno de los palos del flamenco, incluido en el grupo de los cantes malagueños.

El jabegote procede del fandango, como todos los cantes flamencos de Málaga, y más concretamente de las bandolás o verdiales aflamencados. Su origen está en las canciones de los pescadores o marengos, cantos de trabajo relacionados con las faenas en tierra firme: repaso de redes, embadurnado de pez, etc. Su característica esencial, que lo diferencia del resto de los fandangos malagueños, es que su tercer verso, llamado verso valiente, se canta en notas agudas muy altas.

Los principales intérpretes de este tipo antiguo de cantes abandolados fueron Juan Breva y el Niño de las Moras, antiguo jabegote en El Palo. En la actualidad, Miguel López Castro es un gran estudioso e intérprete de este tipo de cante.

Niño de las Moras 

Jabera

La jabera es un palo flamenco, incluido dentro de los llamados cantes malagueños, entre los que es uno de los más antiguos.

Al igual que la malagueña y la rondeña, la jabera desciende en línea directa del fandango, y surge en la misma época de aquellas, teniendo un desarrollo propio y claro. Fue un cante bastante extendido en el cambio entre los siglos XIX y XX, siendo El Mimi uno de sus primeros grandes intérpretes, aunque quizás el más famoso de ellos fuese el Chato de Jerez, quien la introdujo en Madrid y en sus cafés cantantes.

Hoy en día, es un palo muy poco usado por los cantaores modernos.

Jota flamenca

La jota es una danza española extendida por gran parte de la geografía de España.

Varía según las regiones, aunque la jota de Aragón, la de Castilla, la de la Comunidad Valenciana, la de Navarra y La Rioja, la «montañesa» de Cantabria, la de Asturias, la de Galicia, la de Extremadura, la de la Alta Andalucía y la de Murcia son quizás las más conocidas y populares. Entendida como representación escénica, la jota se canta y se baila acompañándose de castañuelas y los intérpretes suelen ir vestidos con trajes regionales. En Valencia, antiguamente, se bailaba la jota en la ceremonia de los entierros También se bailaba —y se baila— en Cataluña, y especialmente en la zona de las Tierras del Ebro (Amposta, Tortosa, etc) y en el Campo de Tarragona (jota fogueada). También en Canarias las jotas y rondallas con carecterísticas peculiares eran la parte del folclore más destacada, hoy día un tanto desplazadas por la protección hacia otros estilos más autóctonos. No obstante, en las islas existe la isa, una pieza musical que deriva de la jota. En Filipinas, los religiosos españoles trasmitieron la jota a los tagalos, que la interpretan en rondallas y acompañada de instrumentos nativos.

Liviana


Algunos autores la hacen proceder de la seguiriya, cantada de forma más ligera que ésta, debido quizás a su forma literaria, que es igual que la de la seguidilla castellana. Sin embargo, otros autores estiman que la adopción de las formas de la seguiriya es posterior a la existencia de la liviana, concretamente de la época en que se le añade acompañamiento de guitarra y se adopta como paloautónomo por los cantaores profesionales. Según esta teoría, su origen estaría en los cantes camperos andaluces, sin acompañamiento, posiblemente del grupo de los cantes arrieros.

Tradicionalmente se cantaba junto con las Serranas, aunque paulatinamente se fue perdiendo y, desde comienzos del siglo XX, es un palo muy poco practicado, aunque permanece vigente. Entre sus intérpretes destaca Pepe el de la Matrona.

Pepe el de la Matrona 

Malagueña

Las malagueñas son un palo del flamenco, tradicional de Málaga (de ahí su nombre), procede de los antiguos fandangos malagueños. Se convierte en estilo flamenco en la primera mitad del siglo XIX. Este cante no tiene baile propio pero tiene un gran registro melódico. Se acompaña a la guitarra por arriba y es un cante "ad libitum". 

Su acompañamiento de icto(ad libitum), porque el cantor puede alargar los tercios a voluntad y algunas veces retrasa el compás y otras lo adelanta. La guitarra gana mucha riqueza y complejidad en sus melodías debido a la libertad rítmica (que pasa también en cualquiera de los otros palos sin compás marcado); el uso de la amplia gama de arpegios, trémolos y demás adquiere otra dimensión. La malagueña se diferenció del fandango local porque su toque se hace cada vez más lento y sostenido, logrando así una extraordinaria riqueza". La malagueña se construye (y sólo de esta manera) en base al modo griego Frigio de MI mayor-lo que en el argot flamenco se llama "por arriba"-:

Iº Mi IIº Fa IIIº Sol IVº La menor Vº Si VIº Do VIIº Re menor

Cante melodioso y solemne que adquirió categoría de cante grande en las voces de Enrique El Mellizo y Chacón.

Enrique El Mellizo 

Existen diversas modalidades de malagueñas, debidas a las creaciones individuales de una serie de intérpretes tanto naturales de Málaga, como nacidos en otros lugares de Andalucía. Diego Clavel ha recogido en disco hasta cuarenta y siete estilos diferentes de malagueña. Es un cante con copla de cuatro o cinco versos octosílabos, que generalmente se convierten en seis por repetición de alguno.


Diego Clavel 

Algunos consideran a Juan Breva el creador de las primeras malagueñas aunque otros considera a Juan Reyes El Canario, pues consideran que las malagueñas de Juan Breva son un fandango "abandolao". Es por ello, por lo que Álora, localidad natal de El Canario, es considerada como cuna de la malagueña. También son conocidas las malagueñas de la Trini, las del Niño Tomares o las del maestro Ojana que son diferentes a las de Juan Breva. Realmente, los cantes de Juan Breva no debieran considerarse como malagueñas propiamente dicha, si bien, es en la evoluciónd esos cantes donde tiene origen la malgueña, es decir, los cantes de Juan Breva pueden ser considerados como los previos a la malagueña, aquellos cantes que dieron origen a la malagueña pero que no llegan a ser aun malagueña propiamente dicha. Del mismo modo, los cantes por este estilo de Enrique el Mellizo, Francisco Lema "Fosforito el Viejo" y Chacón, de donde se dice que arrancan las "malagueñas nuevas", suponen un salto evolutivo con relación a las de las figuras citadas con anterioridad, que se agrupan entre los intérpretes de las que se han llamado "malagueñas de transición. A finales de los 90 comenzó un nuevo resurgir de las malagueñas llamadas "Malagueñas de Fiesta" gracias al Concurso de Malagueñas, acualmente llamado Memorial Jose María Alonso. Por ello se comenzó a crear nuevas malagueñas bajo la norma de respetar el ritmo y compas, para poder hacerlas bailables a los diferentes grupos de danza. Autor de varias "Malagueñas de Fiesta" de esta época es Francisco Soler.

Mariana

La mariana es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español. Se trata de un palo binario, del grupo de los tangos.

La popularización de este cante se debió principalmente a El Cojo de Málaga a comienzos del siglo XX. Ese cantaor también fue conocido como El Cojo de las Marianas y como El Niño de las Marianas, que de cantar por ese palo le vinieron esos nombres artísticos.

El Cojo de Málaga

Posteriormente, las marianas han sido revalorizadas por artistas como Bernardo el de los Lobitos, Jesús Heredia, Curro Lucena y José Menese.

Martinete

Se trata generalmente de un cante con copla de cuatro versos octosílabos. Se considera una modalidad de la toná, al igual que la carcelera, originada en las fraguas o herrerías. Sus letras se distinguen generalmente por su contenido triste y por su tono monocorde, terminando en largos quejíos. Por ser una toná se canta sin guitarra, aunque a veces se acompaña precisamente de sonidos de fragua, como el de un martillo pilón (o martinete) golpeando el metal.

Media

La media es un palo flamenco, estilo musical de cante y baile español. Se trata de un cante con copla de cinco versos octosílabos de rima consonante, que se suelen convertir en seis por repetición de uno de los dos primeros. Pertenece junto con la granaína al grupo de los cantes de Levante. Su creación se atribuye a Antonio Chacón.


Media Granaína


La granaína es un palo flamenco derivado de los fandangos y suele incluirse entre los estilos malagueños.

El origen de este palo se sitúa en los verdiales, un cante de origen folclórico basado en el fandango y originario de los Montes de Málaga y de Ronda. Su desarrollo tiene lugar en las zambras de Granada y fue popularizado inicialmente a finales del siglo XIX por cantaores locales como Frasquito Yerbagüena y Paquillo el Gas, y más tarde lo difundirían otros cantaores bajo-andaluces, principalmente Antonio Chacón, Canalejas de Puerto Real y El Pena. Existen dos variantes de este palo: la granaína propiamente dicha y la media granaína. Ambas disponen la línea melódica de forma clara y con cambios de tonalidad, con fraseo difícil y profundo. La diferencia entre ellas estriba en que en la primera se agranda y se alarga considerablemente el tercio terminal, y se hace una modulación final, característica de este cante.


Mineras

La minera es un palo del cante flamenco. Este palo es propio de la Sierra minera de Cartagena-La Unión.

Los cantes minero-levantinos se desarrollaron en el s. XIX en la Sierra minera de Cartagena-La Unión como resultado de las grandes migraciones de andaluces, especialmente almerienses, a esta región.

De la malagueña, la granaína y el taranto de Almería, palos herederos del fandango traídos por los obreros andaluces, y su contacto con los fandangos locales surgieron los denominados cantes minero-levantinos:
La taranta. Cante difícil, largo y de profunda hondura procedente del fandango almeriense.
La minera: Cante también difícil y hondo basado en las penalidades del trabajo en la mina.
La cartagenera: Procede del aflamencamiento de los fandangos locales del s. XVIII. No trata temas mineros.
El fandango minero.
La levantica.
La murciana.

Los principales intérpretes de la minera son Pencho Cros, Antonio Piñana, Encarnación Fernández, "Fosforito" y José Sorroche.



Mirabrás

El mirabrás es un palo flamenco perteneciente al grupo de las cantiñas.

Como todos los palos derivados de las cantiñas, procede de las soleares de baile, aligeradas en su compás. Se trata de un estilo de ritmo vibrátil, ondulante, elegante y airoso, para algunos autores uno de los cantes con baile más importantes del flamenco. Acerca de estos cantes existen varias teorías sobre su origen y antigüedad, siendo la predominante la que sitúa su aparición a comienzos del s. XIX como bailes festeros del folclore bajo-andaluz, frente a la que los considera derivados de la jota aragonesa, a través de la llamada «jota de Cádiz».

Hoy en día, el repertorio de letras usadas por los cantaores actuales es bastante limitado. Entre los que han manejado este palo con soltura destaca el cantaor jiennense Rafael Romero "El Gallina", gitano de Andújar.
Rafael Romero "El Gallina"


Nana

Las canciones de cuna en Andalucía, aún cuando aparecen frecuentemente asociadas a formas flamencas, están íntimamente ligadas a una tradición de origen castellano que deja vislumbrar, en lo musical, trazos de ancianidad morfológica. Pueden establecerse determinadas características en la canción de cuna andaluza:

La nana o canción de cuna es, generalmente, un tipo de canción corta, con una única estrofa de cuatro versos. En ocasiones se añaden sucesivas estrofas sin cambiar la melodía.
Las melodías tienen carácter melancólico, debido a la forma en que son cantadas, con frecuencia con numerosos melismas.

Los textos suelen centrarse en el miedo y en la cuna, o en la ausencia de ésta o de la mare (madre).
Es frecuente que el íncipit literario de muchas canciones sea el mismo, pero el texto que continúa no lo sea, bien por ser variaciones tomadas de otras nanas, bien por tratarse de improvisaciones.

Usualmente comienzan y acaban en el primer grado tonal de su organización melódica.
Las organizaciones melódicas más frecuentes son las establecidas en torno al modo de Mi antiguo, con diferentes variantes. Especialmente las variantes conocidas como gama española (un 32,2% de las nanas inventariadas por el Centro de Documentación Musical de Andalucía) y cadencia o escala andaluza (27,4%). Un menor porcentaje de ellas se encuentran en mi menor (22,5%), con sus variantes, y el resto se encuentran en tonalidades mayores.

El proceso cadencial típico es el que finaliza en la llamada cadencia andaluza. El ámbito más frecuente es el de 6ª (sexta nota de la escala) que, por otra parte, es el más extendido en la música popular española.
En cuanto al ritmo, las nanas andaluzas catalogadas se reparten de forma paritaria entre los ritmos binarios, los ternarios y los de compás libre. En su inmensa mayoría, se trata de canciones isométricas e isorrítmicas.

Petenera


Las peteneras son un tipo de cante flamenco que se basa en una estrofa de cuatro versos octosílabos que se convierten en seis o más por repetición de algunos de los versos y el añadido de otro a modo de ripio que suele ser “Madre de mi corazón”. Las letras de este palo flamenco son tristes y melancólicas, y se interpreta de forma lenta y sentimental, aunque existen versiones antiguas con ritmos más rápidos y temas menos sombríos.

Existía como forma musical previamente a su adaptación al flamenco, estando para algunos estudiosos emparentada con la zarabanda del s. XVIII.

Su nombre proviene de una cantaora natural de Paterna de Rivera (Cádiz) llamada La Petenera, que vivió a finales del siglo XVIII.

Existen diferentes versiones de este cante: la antigua y la moderna, y ésta a su vez puede ser corta (chica) y larga (grande). La llamada petenera grande no es bailable, a diferencia de la corta, que sí puede bailarse acompañada por palmas.

A finales del s. XIX, el cantaor Medina el Viejo (José Rodríguez Concepción) dio a conocer su versión de la petenera. Ésta fue adoptada por otro gran cantaor: Antonio Chacón. De él pasó a la Niña de los Peines, que realizó una versión propia, enriquecida melódicamente, que sería muy repetida después por otros artistas como Pepe el de la Matrona.

La danza de la petenera fue muy popular a finales del siglo XIX, y se enseñaba en las escuelas de baile después de las seguidillas sevillanas.

Federico García Lorca le dedicó a este cante su poema Gráfico de la Petenera, que forma parte de la obra Poema del cante jondo (1931), e incluso las interpretó al piano acompañando a La Argentinita en una histórica grabación. El compositor Pablo Sarasate escribió una obra titulada Peteneras para violín y piano.

Pablo Sarasate 

Históricamente, tanto el baile como el cante de la petenera han estado rodeados de un aura supersticiosa que, según se suponía, traía mala suerte a sus intérpretes.

El origen geográfico de la petenera ha tenido discusiones pues hay quien afirma que su origen es americano, otros español, incluso el término petenera también se aplica para un tipo de música y baile jarocho en la región de Veracruz en México.

Romeras

Las Romeras son un palo flamenco perteneciente al grupo de las cantiñas.

Todos los palos del grupo de las cantiñas tienen su fuente en las alegrías y, a través de ellas, en el folclore bajo-andaluz. Se considera que las romeras eran un estilo personal del cantaor Romero el Tito, muy popular en los cafés cantantes del último tercio del s. XIX, especialmente en Sevilla: fue de plantilla de "El Burrero" y del "Café Silverio". Fue un cantaor de estilo propio, inconfundible e inimitable, con una fuerte capacidad rítmica. Estaba especializado en los cantes con baile y, según parece, adoptó una canción ligera, folclórica, propia de Sanlúcar de Barrameda, llamada El Torrijos, que adaptó o recreó como estilo bailable y recibiría de su apellido el nombre.

Uno de los cantaores que con más asiduidad ha cantado las romeras, ha sido Antonio "El Chaqueta".

 Antonio "El Chaqueta"

Rondeña

La rondeña es un palo del flamenco, incluido en el grupo de los llamados cantes de Málaga. Al igual que el resto de los palos del flamenco procedentes de la zona, la rondeña es anterior al propio flamenco, y se produce su incorporación al mismo durante el s. XIX.

Tiene su origen en el fandango malagueño, concretamente en las bandolás, de las que forma parte.

Según algunos autores, su nombre procede de las rondas nocturnas que, antaño, hacían los novios para cantar a su pretendida, aunque otros autores estiman que su nombre proviene de la ciudad de Ronda, por ser originarios de la serranía que la rodea.

Se expandió enormemente por toda Andalucía a lo largo del siglo XIX: tanto es así que numerosos turistas extranjeros de la época tuvieron referencia de ella, y lo relataron después de sus viajes.

El cante ha evolucionado en los últimos tiempos, estando menos recargada de melismas y siendo algo más lenta en un principio. Es una composición sin compás, ad líbitum, y sus letras se identifican mucho con la vida campestre. Se trata de una copla de cuatro versos octosílabos, generalmente con rima consonante, que se convierten en cinco por repetición normalmente del segundo, pero también puede darse sin repetición.

Su baile, carente inicialmente de compás, presenta un compás abandolao. Otros tomaron el ritmo del taranto, presentando notables similitudes con éste, siendo la rondeña, no obstante, más abierta y evocadora.

Entre sus máximos representantes se hallan Miguel Borrull padre, que fue uno de los precursores, y Ramón Montoya, siendo éste el primer gran intérprete que engrandeció el estilo.

Ramón Montoya 

Ya en el siglo XX, destacan Manolo Sanlúcar en el toque y cantaores como Fosforito, Antonio de Canillas, Alfredo Arrebola, Jacinto Almadén, Juan de la Loma, Enrique Orozco, Antonio Ranchal, "El Gallina", José Menese y Cándido de Málaga.

Rondeñas vienen cantando,
sobre la cama me siento,
porque, en oyendo rondeñas,
se me alegra el pensamiento.

Las rondeñas malagueñas
cántamelas, primo mio,
que al son de las malagueñas
me voy quedando dormío.


Rumba

Saeta

Seguiriya o Siguiriya

Serranas


Las Serranas son un palo flamenco originario de la zona de Ronda.

En su origen era un cante campero, folclore popular andaluz, y mantiene aún su aire premioso y campesino original, aunque adquirió un carácter de cante cuando la aflamencaron algunos cantaores del s. XIX. El más conocido de éstos fue "El Sota", quien se las enseñó a Antonio Chacón.

El Sota 

Actualmente, se interpretan acompañadas de guitarra y con compás de seguiriya, al igual que la liviana, a la que tradicionalmente estaba unida. La forma literaria es la de la seguidilla castellana, añadiéndose usualmente un trístico al mismo ritmo. Es un cante difícil, que exige facultades y una voz armoniosa, debiendo alargar y templar los tercios.

Sevillana


Las sevillanas son un cante y baile típico de Sevilla, que se cantan y se bailan en las distintas ferias que se celebran por toda la región andaluza, sobre todo en la Feria de Abril de Sevilla y también en la romería de El Rocío, en la aldea almonteña de Huelva, y todas las de Andalucía, o en las Cruces de Mayo de Lebrija (Sevilla) y en la romería de Ntra. Sra. de la Cabeza (Andújar). También son populares en las distintas romerías y en la antigüedad, en los corralones de vecinos y patios. Su origen se encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron y se fueron aflamencando, añadiéndose el baile en el siglo XVIII hasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente.

Está incluida entre los palos del flamenco. A la Feria de Sevilla llegaron el mismo año de su fundación con el nombre que la caracteriza, aunque no fueron reconocidas legalmente con ese término por la Real Academia Española de la lengua hasta el 1884 que fue incluida en el diccionario de la lengua española. En la actualidad es el baile regional más bailado en España y fuera en el extranjero, ya que hay numerosos profesionales y academias de bailes repartidas por todo el mundo, para enseñar a bailar sevillanas, rumbas, flamenco y un largo etc de esta misma rama.

El cante, hasta la segunda mitad del siglo XX es un cante popular, cantado por el pueblo y para el pueblo, recogiendo en sus letras pasajes de la vida cotidiana y de sucesos habituales:

Alguna crítica simpática:

"María la morena
puso un potaje
y le salieron duros
vaya malaje"
eso sería que Maria la Morena
se dormiría."

Historias graciosas: 

"Me casé con un enano, salerito
pa hartarme de reír
¡ole ahí ese tío que va ahí!
eso si que fue de vera
que al bajarse de la cama,salerito,
se cayó en la escupidera".

Rocieras:

La historia de una amapola,
que escapó de entre los trigos
dicen que la vio el almendro
dicen que la vio el olivo
dicen que la vio la luna
por enmedio de un camino
y el lunes por la mañana.
ese lunes de gentío
dicen que bajó del cielo
con la Virgen del Rocío
acariciando su pelo .

O acontecimientos importantes:

"Por el puente Triana
pasa la Reina
no llevaba corona
tampoco peina".

Este último pasaje hace referencia al paso de la Reina Isabel II durante la inauguración del puente que lleva su nombre en Sevilla, conocido popularmente como el Puente de Triana.

En las sevillanas existe una variedad infinita de temáticas entre las que podemos clasificar como las más relevantes: las regionalistas, las de tipo amoroso, rocieras, corraleras, bíblicas, boleras, litúrgicas, de feria, etc.

En la década de 1950 hacen aparición los primeros discos por sevillanas, sus pioneros fueron Los hermanos Toronjo, dos hermanos del municipio onubense de Alosno que tal vez ni imaginaran al principio lo que supondría para el futuro el registro de sus canciones. Sus sevillanas se hicieron míticas, conocidas como "bíblicas", después se decantaron por dedicarle sevillanas a la Virgen del Rocío y su romería.

A los pocos años, aparecieron en este campo de las sevillanas Los hermanos Reyes, originarios de Castilleja de la Cuesta. Con ellos llegó la revolución a las sevillanas, incluyeron cambios como la diversidad completa en la melodía, sin repetir de una sevillana a otra, dedicaron sus cantes, además de a la Virgen del Rocío, a los monumentos, a las tradiciones, a las calles, puentes e historia de Sevilla.

Un importante compositor de sevillanas fue Manuel Pareja Obregón.


Manuel Pareja Obregón. 

También fueron interpretadas por grandes cantantes de la copla como fueron: Concha Piquer, Estrellita Castro, Gracia Montes, Paquita Rico, Lola Flores, Gracia de Triana, la Niña de La Puebla, Miguel de Molina o la cantaora María Jiménez que llegaron en algún momento incluso a realizar alguna película donde inmortalizar este cante y baile.


María Jiménez  

Como solista la primera en destacar fue La Niña de los Peines, y más recientemente ha tenido grandes éxitos como cantante de sevillanas María del Monte. A partir de la década de 1960 surgen grupos que se dedicaban exclusivamente a este tipo de cante, entre los más famosos se encuentran Los romeros de la Puebla, Amigos de Gines, Los choqueros, Los de la trocha, y un largo etcétera. La popularidad de algunos de ellos ha sobrepasado las fronteras de España.

Otros grupos y solistas que han dejado profunda huella son:

Los marismeños, dedican sus canciones sobre todo a la Virgen del Rocío y su entorno (camino, ermita, marismas, Río de Quema).
El Pali, uno de los más conocidos en la ciudad, apodado "el trovador de Sevilla", cantó principalmente a Sevilla y sus tradiciones.
Cantores de Híspalis, otros revolucionarios de las sevillanas que la llevaron a lo más alto dándole auténtica dimensión mundial, haciendo verdaderas representaciones en sus espectáculos con grandes puestas en escenas (uno de sus discos está acompañado musicalmente por la Filarmónica de Londres).
Ecos del Rocío, también muy conocidos hasta el día de hoy, han logrado llegar al gran público interpretando temas sensibles.

Durante la década de 1980 con la inercia de los coros de las hermandades del Rocío, surgieron los coros rocieros haciéndose muy famosos, añadieron a las sevillanas alguna característica de polifonía coral clásica. De estos los que más han destacado son: el Coro de Huelva, el Coro de Almonte, el Coro de Emigrantes de Huelva, el Coro de Triana, el Coro de Sevilla y el Coro de Coria. Separándose un poco de lo que son los coros sin dejar de ser otro, aparece Raya Real, cantando las sevillanas de manera distintas siendo conocidas sus versiones aceleradas de antiguos éxitos.

El baile, es el folclórico más popular y más conocido en España pudiéndose diferenciar entre bailes rápidos o lentos. Las sevillanas se suele bailar por pareja, salvo excepciones y experimentales combinaciones donde el baile lo ejecuta una formación de más de dos personas al mismo tiempo, al son de las cuatro coplas en que se divide la sevillana. En otros tiempos eran siete coplas las que componían la sevillana completa, escasamente se puede escuchar que haya alguien que las cante como antes. Se pueden diferenciar cuatro movimientos dentro del baile: paseíllos, pasadas, careosy remate. El fin de la última copla se hace coincidir la música y el baile haciendo los que lo ejecutan un bonito y a veces romántico y provocativo desplante.

Su compás es de 3 x 4, es decir, de tres tiempos. De estos tiempos, el primero es fuerte y los dos siguientes son flojos.

La música que acompaña a la sevillana surge por norma de las cuerdas de una guitarra que se toca en cualquier tono, dependiendo del cantante. Los primeros sones que se ejecutan es rasgueando, hasta que el cantante o el guitarrista hace la introducción del cante.

Suele acompañarse los toques de guitarra con palmas que hacen los palmeros que acompañan al cantante o al grupo, también son típicas en algunas ocasiones, las Castañuelas (o palillos como se conocen popularmente en Andalucía), pito rociero, tamboril y /o pandereta.
Soleá

Tango

Tanguillo

Taranta o Taranto

Tientos


Toná

La toná es uno de los palos matrices del flamenco.

Su origen se sitúa en los romances castellanos, adaptados por los gitanos bajo-andaluces como propios y denominados corríos. Etimológicamente, toná deriva de tonada, es decir, acento musical. Su desarrollo hasta convertirse en un cante gitano tiene lugar durante el siglo XVIII, pues algunos autores hablan de que, hacia comienzos del siglo XIX, existían unas 33 clases diferentes de toná, atribuidas a gitanos de Jerez o Sevilla, aunque muchas de ellas no han llegado hasta nosotros ni han podido ser identificadas.

Todas las tonás que se conocen hoy en día responden a una misma línea melódica, diferenciándose exclusivamente por las letras. Los textos históricos recogen varios tipos de tonás personales: Las de tío Luis el de la Juliana (llamadas, Liviana, Grande, del Cristo y de los pajaritos), las de Blas Barea, Alonso Pantoja y hasta doce cantaores más. Sin embargo, hoy en día solamente se utilizan la toná Grande, la toná Chica y la del Cristo, que ha sobrevivido gracias a que Antonio Chacón la aglutinó a un tercio de su saeta y fue recuperada por Perico el del Lunar. En todo caso, se trata de un palo poco cultivado por los cantaores modernos. De la toná provienen, directamente, palos como la Saeta, el Martinete, la Debla y, en general, los cantes sin acompañamiento. Probablemente también las primeras seguiriyas y las livianas, puesto que existió una toná-liviana con hasta cuatro variantes.

 Perico el del Lunar


Trillera

Las trilleras o cantes de trilla son un palo flamenco de origen folclórico.

En sus orígenes se trataban de canciones camperas de carácter popular, asociadas a trabajos rurales. Su conformación lineal y no melismática y su clara semejanza melódica con la nana, indican su procedencia castellana, donde también se conocen verdaderas canciones de trilla. Se trata, por tanto, de un tipo de canción bastante antiguo, aunque su aflamencamiento tuvo lugar, probablemente, a lo largo del siglo XIX.

Las trilleras se ejecutan sin acompañamiento de guitarra, usualmente con un marcaje del ritmo básico con cascabeles o campanillas, rememorando los que, en su tiempo, llevaban las bestias de tiro durante la faena de la trilla en las eras. El cante se suele complementar con voces arrieras del propio cantaor, para estimular el trabajo de las bestias.

Uno de los intérpretes más reconocidos de estos cantes de trilla fue Bernardo el de los Lobitos.

 Bernardo el de los Lobitos


Verdiales

De origen campesiono, provienen de la provincia de Málaga, siendo la comarca de la Axarquía, los Montes de málaga o el Valle del Guadalorce sus pirincipales puntos geográficos.

Los verdiales son un fandango particular cantado y bailado con el acompañamiento de un violin, guitarras, pandero, crótalos y castañuelas. Y además, también podemos ver en algunas ocasiones laúdes y bandurrias.

En las actuaciones este conjunto se completa con la figura del alcalde -regidor que enarbolando una varilla (vara de mando) designa al cantaor y autoriza el comienzo y final de la pieza interpretada- y del abanderao, que marcha junto al alcalde al frente del grupo bailando una bandera española, regional o con la figura de la patrona de la comarca. También era costumbre sonar una caracola marina adornada con cintas de colores para avisar de la llegada del grupo a los cortijos cercanos.

En el argot, al conjunto de tocaores (intérpretes músicos), cantaores (cantantes) y bailaoras (bailarinas) se le denomina Panda de Verdiales, y a sus interpretaciones, compuestas por tres o cuatro coplas, luchas o revezos. Al miembro de una panda y al aficionado a los Verdiales se le suele llamar fiestero o tonto, remoquete jocoso éste último relacionado con el hecho de que la Fiesta Mayor de Verdiales se celebra tradicionalmente el dia 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes.

La Fiesta de Verdiales constituye una de las expresiones culturales con más fuerte arraigo en el territorio malagueño aunque está especialmente relacionada con la comarca de los Montes, siendo los propios cantes y bailes fruto de un contexto ecológico-cultural específico, donde se han forjado y desarrollado, sin normativas rigoristas, entre caminos, vereas, pagos o partíos aislados, ventas o lagares, mostrando sus gentes, en la fragosidad de estos terrenos, unas formas concretas de representación, ligadas a dichos lugares. Por este motivo desde 2009 la Fiesta de Verdiales está en proceso de ser declarada Bien de Interés Cultural con la categoría Actividad de Interés Etnológico en varios municipios de la provincia de Málaga.

  • Tonalidad
Como todos los fandangos, la introducción y los interludios y falsetas entre los cantables se rigen por la escala andaluza, así como el ayeo previo a la letra que hace el cantaor; al comenzar las coplas; el cante pasa al modo mayor. Al concluir el cante la modulación es de nuevo a la escala andaluza en el remate.

  • Compás
Estamos ante un ejemplo básico de compás ternario, el conocido como abandolao que no es otro que el aire sobre el que se acompaña el bolero español. En la malagueña se elimina del todo el ritmo.

  • Estrofa
La estrofa del verdial y los abandolaos es un fandango. Generalmente el motivo de las coplas de verdiales es alegre y hasta jocoso, pues son estilos propios de momentos de celebración.

  • Claves
El modo más fácil de identificar los estilos abandolaos que parten del verdial está en su compás característico o aire de bolero español. Las guitarras -con particular énfasis en el verdial-, rasguean casi sin cesar antes, durante y tras el cante.


Vidalita

La vidalita es un estilo musical no bailable característico del folklore de Sudamérica. La vidalita está emparentada y a veces es confundida con la vidala. Ambas son de origen colla y se encuentran muy difundidas en el noroeste argentino, especialmente en las provincias de Catamarca y Tucumán.


Zambra

También conocida como Zambra Mora es una danza flamenca de los gitanos de Granada, la cual se cree evolucionó de anteriores danzas moriscas. La Zambra Mora tiene algunas similitudes con la Danza del Vientre. En el lenguaje árabe marroquí "zambra" significa "fiesta".

La danza Zambra se hizo típica de las ceremonias nupciales gitanas; sin embargo, los gitanos la bailan para los turistas en las grutas y Colinas de Sacromonte, Granada. Se prohibió en España durante una época por ser considerada una danza pecadora, cuando en realidad sólo era sensual. En los tiempos modernos ha sido adoptada por los bailarines flamencos Carmen Amaya, La Chunga, Pilar López y Puela Lunaris. Se baila con los pies descalzos, con castañuelas en los dedos, la blusa anudada bajo el busto y la falda larga asegurada a la altura de la cadera con amplios pliegues que permite hacerla flotar en el aire.

La Chunga

Zorongo

El zorongo es un canto y baile popular propio de la música andaluza. Se caracteriza por su métrica ternaria. El zorongo más conocido es el que La Argentinita y Federico García Lorca grabaron al canto y al piano respectivamente en 1931. Sin ser estrictamente un palo flamenco, su estilo andaluz permite que se aflamenque con facilidad.

Federico García Lorca